21.6.11

Mujer proletaria


"La cuestión de la mujer sólo puede ser resuelta a través de la formación de hombres y mujeres que trabajan contra el gobernar de los hombres y las mujeres burgueses. Esto significa que los intereses de los trabajadores como clase son idénticos. Las Mujeres de la clase dominante tienen el mismo interés en la defensa y la perpetuación de la sociedad capitalista como la tienen los hombres. La burguesía y las feministas lucharon, entre otras cosas, por el derecho de las mujeres como los hombres a la propiedad en su propio nombre, ganaron este derecho. Es completamente en alianza con los hombres burgueses que perpetuan el sistema capitalista. Ellos no están en alianza con las mujeres que trabajan, cuyas necesidades sólo pueden ser atendidas a través de la abolición del capitalismo. Por lo tanto, la emancipación de las mujeres trabajadoras no se logrará en alianza con las mujeres del enemigo de clase, sino todo lo contrario, es una lucha en contra de ellos como parte integrante de la lucha de toda la clase ".Evelyn Reed

19.6.11

12.6.11

Martina


Se pensaba que después de la última vez que la vieron, había desaparecido de Santa Rosa, y vaya sorpresa fue volver a verla y verla por primera vez. La emoción de sentir la presencia de lo querido, de aquello que sigue siendo tan significante aunque haya pasado tanto tiempo, la pregunta de ¿por qué Martina alegró no sólo el corazón de aquellos que la vieron hace mucho tiempo sino también del mío aunque no la conocía? fue muy fácil de responder. Una vez que empezamos a caminar acompañados no solo de un sol radiante, una vereda polvorienta, muchos árboles sino también de una perrita tan simpática. Martina, con ojos muy brillantes, siendo amiga todo el tiempo, dando y pidiendo en el recorrido. De ida y vuelta su presencia fue emotiva, jugaba sola, saltaba, se dio un chapuzón en el lago, buscaba caricias. Encontró un hueso y a cada paso que dábamos ella se adelantaba cuatro para así poder con calma roerlo, la alcanzábamos y de nuevo ella emprendía la delantera. Así fue el regreso, hasta que llegamos en donde vivía, seguimos caminando, miramos hacia atrás y Martina ya no nos seguía, no fue como la última vez que los siguió hasta bien avanzada la carretera de vuelta a Guanajuato. Esta vez, sólo caminamos con ella lo que teníamos que avanzar, sin afanarse. Lo caminado con Martina estuvo bueno, contentos, acercándonos, rompiendo la distancia, creando cercanía.