2.7.10

Recuerdo y placer


El nacimiento y la disolución del momento del amor están vinculados a la dialéctica del recuerdo y del deseo. El deseo y la evocación de los primeros deseos colmados (la no resistencia de los accesos) se refuerzan mutuamente. En el momento propiamente dicho, recuerdo y deseo coinciden. El momento del amor es un espacio-tiempo de lo auténticamente vivido, un presente donde se condesan el recuerdo pasado y el arco del deseo tendido hacia el porvenir. En la fase de ruptura el recuerdo prolonga el momento apasionante, pero el deseo decrece poco a poco. El presente se descompone, y el recuerdo se vuelve nostálgicamente hacia la felicidad pasada,, mientras que el deseo aprehende la desdicha por venir. El recuerdo lleva el fracaso del pasado reciente, y acaba por debilitar el deseo.

Inmóviles el uno en el otro, el placer nos trasporta.

El principio de placer debe gobernar nuestras vidas. Y si en esa busqueda nos econtramos con el displacer, tenemos que saber que éste es el fallo en el juego del deseo o la pasión, un displacer positivo dirigido tanto con mas pasión sobre otro placer por construir.


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